El ardor

Julieta Lucena

 

y siempre la misma pulsación
el mismo cuerpo en un ir y venir
bregando por estallar
como si en estallar consistiera el mundo
aquel mundo que le enseñaron
que tenía que ser para ella
como un lento devenir de pasos

como si fuera tarde para caer
de un golpe sobre su cuerpo
quebrado de tanto esperar